A finales de 2019, acordamos llevar a dos jóvenes pasantes a las oficinas de Crunchboy para que nos ayuden con la edición de nuestras películas. Son las 5:00 pm y ya está oscuro en Burdeos, llegamos inesperadamente y desde el jardín, a través del gran ventanal, sorprendemos a nuestros dos aprendices besándose en lugar de trabajar ... ¡Soñamos!